Por qué la palabra "amor" da urticaria en el mundo empresarial?
- Rubí Flores
- 30 may
- 2 Min. de lectura
Dices “amor” en una junta directiva y el ambiente cambia.Alguien carraspea.Alguien se hace el chistoso.Otro baja la mirada o cambia de tema.
Pero ¿por qué?¿Por qué una palabra tan poderosa, tan humana, tan esencial… incomoda tanto en contextos donde supuestamente hablamos de liderazgo, conexión, propósito, cultura?
Porque el amor se ha confundido con cursilería.
Nos enseñaron que el amor es cosa de películas, de flores y de corazones.Que es cosa del hogar, de la pareja, de lo privado.Pero no del mundo serio, lógico y competitivo de los negocios.
Grave error.Porque el amor no es debilidad. Es la fuerza más potente y transformadora que puede habitar una organización.
Porque nos da miedo lo que no podemos controlar.
El amor es vulnerable.Requiere presencia, escucha, empatía, apertura.Y eso da miedo.Porque significa bajarse del personaje de “yo todo lo sé” y mirar al otro como ser humano, no solo como “recurso humano”.
Porque amar en el trabajo implica implicarse.
Y eso no siempre se quiere.Es más fácil mantener todo en lo funcional, en lo superficial.Pero una empresa con alma no se construye con distancia emocional.Se construye con cuidado real, conexión honesta y decisiones con sentido.
Porque amar implica límites sanos, no complacencia.
Amar no es decir sí a todo.No es tolerar abusos ni disfrazar control con "liderazgo".
Amar como líder es saber poner límites, mirar a los ojos, y sostener procesos con firmeza y ternura a la vez.Y eso requiere mucha más fuerza que simplemente “gestionar gente”.
Porque el amor te obliga a mirarte.
Y eso es lo más desafiante.Cuando lideras desde el amor, no puedes culpar al otro todo el tiempo.Tienes que revisar tu ego, tus sombras, tus vacíos, tus heridas.Tienes que sanar para no herir desde el poder.
Y eso… eso no está en el MBA.
Entonces, ¿por qué hablar de amor en las empresas? Porque ya no podemos no hacerlo.
Porque los equipos no están renunciando por falta de habilidades,sino por falta de conexión, de cuidado, de humanidad.
Porque la cultura tóxica no se corrige con otro software,sino con líderes que eligen sentir antes de decidir.
Porque el verdadero bienestar no se construye con slogans,sino con decisiones que nacen desde el alma.
**El amor no es un riesgo para tu empresa.
Es tu única ventaja realmente sostenible.**
Amar a tu gente, amar lo que haces, amar con verdad…no te hace “blandito”.Te hace congruente, confiable, poderoso y profundamente humano.
Y tú? Ya te atreviste a liderar desde el amor?
Quizás es hora de dejar de huirle a la palabra…y empezar a encarnarla.
Porque si algo necesita el mundo organizacional hoy,no es más control.
Es más corazón.
❤️
Rubí Flores

Comments